El Melocotón

Esta publicación la dedicaremos al melocotón. El melocotonero (Prunus persica L.) es un árbol originario de China cuyo cultivo se remonta a 3000 años. A través de las rutas comerciales fue introducido en Persia, de ahí que sea conocido como fruta pérsica, pensando erróneamente que el origen del melocotón es Persia. Los melocotones llegaron a Grecia hacia el año 330 a.C. y durante la Edad Media se extendieron por Europa. Según la FAO (2019), España es el segundo productor mundial de melocotón (1.545.610 t) detrás de China (15.825.757 t). En el ámbito de la Unión Europea (UE), España es el principal país productor seguido de Italia y Grecia. Es uno de los cultivos más importantes de todo el mundo, uno de los frutales más tecnificado y muy importante en la economía agraria de muchos países. En España, su cultivo se localiza principalmente en las regiones del Arco Mediterráneo, siendo Andalucía, Cataluña, Aragón y Murcia junto a Extremadura las más importantes, exportando alrededor del 50%, principalmente a Alemania, Francia, Holanda y Polonia (MAPAMA, 2012). Mencionar la calidad de los melocotones originarios de Murcia y Teruel, concretamente el melocotón de Cieza y el de Calanda, con indicación geográfica protegida (IGP) y denominación de origen protegida (DOP), respectivamente. La tradición del consumo de melocotón en Cieza se remonta al periodo de ocupación romana, como muestran los restos vegetales del Siglo III d.C. encontrados en la Cueva-Sima de La Serreta del T.M. de Cieza. También se hallaron huesos de esta fruta en el yacimiento islámico de Siyâsa, datado en los siglos XI-XIII, durante la dominación musulmana de la Península Ibérica (Murcia digital, 2017).

El melocotón o durazno, contiene una única semilla encerrada en una cáscara dura, el «hueso». Esta fruta, normalmente de piel aterciopelada, posee una carne amarilla o blanquecina de sabor dulce y aroma delicado. A la variedad botánica o subespecie, una mutación natural, de piel lisa se la llama nectarina (Prunus persica var. nectarina), y si, por el contrario, tiene forma achatada se le denomina paraguayo o chato (Prunus persica var. platycarpa).

El melocotonero es un árbol de hasta 6-8 m de altura, caducifolio e inerme. Las flores son solitarias o geminadas y con numerosas brácteas. Los sépalos son erectos enteros y los pétalos denticulados en el ápice, de color rosado fuerte. Esta coloración tan viva y atractiva ha sido admirada por numerosos turistas que han disfrutado de la “Floración de Cieza”, un acontecimiento que no debes perderte, una oportunidad única para contemplar la belleza de la naturaleza.

En China se decía que el melocotón era consumido por los inmortales debido a sus místicas virtudes de conferir longevidad a todos los que lo comieran. Según la base de datos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), un melocotón (~150 g) sólo aporta 62 kcal, es rico en potasio (179 mg), fósforo (32 mg), sodio (19 mg) y calcio (6 mg). En cuanto a sus vitaminas, presenta vitamina C (6 mg), vitaminas del grupo B (B1, B2, B3, B5 y B6) y vitamina A (35 mg). Cuando este melocotón es de pulpa amarilla, destacar sus altos contenidos en betacaroteno (329 mg), betacriptoxantina (172 mg) y luteína + zeaxantina (194 mg). Estos pigmentos son carotenoides que proporcionan el color característico al melocotón amarillo. Debido a los altos beneficios que proporcionan los carotenoides dedicaremos una publicación íntegra a este tema. Por ahora quiero destacar que el betacaroteno, es un precursor de la vitamina A, ayuda a proteger la piel del daño solar, unifica el tono de la piel proporcionando un brillo natural. La vitamina C es necesaria para generar colágeno, mejorar la elasticidad de la piel y evitar la flacidez.

Otros bioactivos presentes en melocotón son los compuestos fenólicos. En la actualidad, se han aislado e identificado 33 fenólicos en frutos de melocotón (Oluranti y Padilla, 2013), pertenecientes a antocianinas, flavonoles, ácidos fenólicos y flavonoles. En general, el contenido de fenoles en la piel del fruto es superior al de la pulpa (Tomas Barberán et al., 2001), pueden llegar a contener entre tres a cinco veces más (Saidani et al., 2017) por lo que te recomiendo que, si no sufres ninguna alergia al melocotón ni a su piel, laves el fruto y te lo comas sin pelarlo. El ácido clorogénico, el ácido neoclorogénico, la catequina, la epicatequina y la proantocianidina B1 están presentes en abundancia en la pulpa y la piel, hay altos niveles de rutina, varios glucósidos de quercetina y antocianinas, que también son los principales compuestos fenólicos del melocotón. Todos estos compuestos son conocidos por prevenir cánceres y enfermedades relacionadas con el envejecimiento (Gil et al., 2002; Byrne et al., 2009; Zhao et al., 2015; Falagán et al., 2015; 2016). Por ejemplo, se ha demostrado que los polifenoles de melocotón inhiben el crecimiento tumoral y la metástasis de las células de cáncer de mama MDA-MB-435 in vivo, por tanto, estos compuestos pueden constituir una herramienta quimiopreventiva para reducir el riesgo de metástasis en la terapia de combinación cuando se diagnostica un cáncer primario. La conversión a una ingesta humana equivalente para un adulto humano de 60 kg, sería el equivalente a dos o tres melocotones por día o alternativamente utilizando un suplemento dietético polvo de extracto de polifenoles de melocotón (Noratto et al., 2014). Otro estudio demuestra que los polifenoles presentes en melocotón son capaces de modular un grupo de vías que están desreguladas en la obesidad y previenen los trastornos metabólicos asociados con la obesidad. Son capaces de disminuir la inflamación y mejorar los trastornos metabólicos, incluida la resistencia a la insulina y leptina, hiperglucemia, dislipidemia y marcadores de riesgo de aterosclerosis e hipertensión (Noratto et al., 2015). Otra investigación desarrollada con la mosca Drosophila melanogaster, especie utilizada frecuentemente en experimentación genética, ha demostrado que la suplementación de un 4% de la dieta con nectarina, promueve la longevidad, aumentando su fecundidad, reduciendo el daño oxidativo y mejorando la supervivencia (Boyd et al., 2011).

Podríamos citar cientos de ejemplos, todos ellos con un mismo denominador común, el consumo de frutas y hortalizas es de vital importancia para mantener nuestra salud y debe ser incluido en nuestra dieta. Los melocotones también son hidratantes, ya que más del 85% es agua. Reemplaza las bebidas azucaradas por fruta y hortalizas frescas. Comer frutas y hortalizas a diario, marca tu salud y belleza. Lo que comemos no sólo incide en nuestra salud también en el color y calidad de nuestra piel. Lleva un estilo saludable, haz deporte, sal al campo, admira tu entorno, contempla la naturaleza.

En Biodiverso conscientes de la riqueza funcional del melocotón, lo integramos directamente en nuestra crema corporal hidratante y en la crema exfoliante de melocotón. Ambas tienen un 25% de pulpa de melocotón, obtenida de frutos sanos y saludables. Sin embargo, muchos de estos frutos han sido descartados por los supermercados al no cumplir con los altos cánones estéticos que exigen. En Biodiverso nos comprometemos con la sostenibilidad. Estos melocotones demasiado grandes, pequeños, feicos, quizás amorfos, forman parte de nuestra cosmética sostenible. Nosotros no discriminamos, no marginamos, con ellos obtenemos nuestras pulpas frescas, revalorizamos estos productos y los convertimos en las mejores cremas corporales y exfoliantes, ricas en bioactivos, hidratándote, reparando la piel, recuperando su suavidad y luminosidad.  Es un respeto a nuestra Tierra y al medio ambiente.

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Dra. Encarna Aguayo Giménez

 

Referencias

Boyd, O., Weng, P., Sun, X., Alberico, T., Laslo, M., Obenland, D.M., Kern, B., Zou, S. 2011. Nectarine promotes longevity in Drosophila melanogaster. Free Radic. Biol. Med. 50, 1669-1678.

Byrne, D.H.; Noratto, G.; Cisneros-Zevallos, L.; Porter, W.; Vizzotto, M. Health benefits of peach, nectarine and plums. Acta Hortic. 2009, 841, 267–274.

Falagán, N., Artés, F., Aguayo, E. 2016. Chapter 3: Peaches and nectarines: properties, deficit irrigation strategies and postharvest management. 25-72. In: Apricots and Peaches: Nutritional Properties, Post-Harvest Management and Potential Health Benefits. Editor: Hansen, J. Nova Science Publishers, Inc. 135 pp. ISBN: 978-1-63484-684-4.

Falagán, N., Artés, F., Gómez, P.A. Artés-Hernández, F., Conejero, W., Aguayo, E. 2015. Deficit irrigation strategies enhance healthy compounds through the intensification of specific enzymes in early peaches. Journal Science Food Agriculture. 21(7) 547–556.

Gil, M.I.; Tomás-Barberán, F.A.; Hess-Pierce, B.; Kader, A.A. Antioxidant capacities, phenolic compounds, carotenoids, and vitamin C contents of nectarine, peach, and plum cultivars from California. J. Agric. Food Chem. 2002, 50, 4976–4982.

Noratto G, Porter W, Byrne D, Cisneros-Zevallos L. Polyphenolics from peach (Prunus persica var. Rich Lady) inhibit tumor growth and metastasis of MDA-MB-435 breast cancer cells in vivo. J Nutr Biochem. 2014 Jul;25(7):796-800.

Noratto, G., Martino, H.S.D., Simbo, S., Byrned, D., Mertens-Talcotte, S.U. 2015. Consumption of polyphenol-rich peach and plum juice prevents risk factors for obesity-related metabolic disorders and cardiovascular disease in Zucker rats Journal of Nutritional Biochemistry 26, 633–641.

Oluranti, E.C., Padilla, O., 2013. Phenolic and carotenoid composition of canned peaches(Prunus persica) and apricots (Prunus armeniaca) as affected by variety and peeling. Food Res. Int. 54, 448–455.

Saidani, F., Giménez, R., Aubert, C., Chalot, G., Betrán, J.A., Gogorcena. Y. 2017. Phenolic, sugar and acid profiles and the antioxidant composition in the peel and pulp of peach fruits Journal of Food Composition and Analysis, 62, 126-133.